jueves, 24 de enero de 2008

Crema de Champiñones Silvestres


Puede ser que hayamos cogido los berros en una fuente que discurre por una dehesa. Estos parajes, bien abonados por el ganado, son ideales para los champiñones.
Podemos coger unos cuantos, pues el champiñón es generoso y no es necesario proveerse de ellos en exceso, como de los berros.
Frescos, bien pelados y limpios, fileteados y pochados también en aceite con cebolla, añadiendo leche y nuez moscada tendremos una crema exquisita que deberemos comer en el día, pues si se guarda se oxida adquiriendo un color grisáceo.
El gusto de los champiñones silvestres es muy intenso.

0 comentarios:

Design konnio.com